Existen edificios en el mundo más allá de todo valor calculable (el Taj Mahal en La India, la Casa Blanca en Washington o el Palacio Real de Aranjuez, por citar algunos). Entre los que sí tienen un valor de mercado conocido, el “orgullo” de ostentar el record de la casa más cara del mundo lo tiene el Chateau Louis XIV en Louveciennes (Francia). Este “chateau” sigue el modelo de los castillos franceses del siglo XVII, pero fue demolido y reconstruido por completo entre 2008 y 2011 para acomodar todos los lujos y comodidades del siglo XXI.
Entre sus características, además de las 10 suites completas, podemos destacar la sala de recepción con su techo abovedado de más de 15 m. de altura, la biblioteca, una sala de meditación rodeada de un enorme acuario envolvente con esturiones, puertas y columnas con decoración de pan de oro, más de 230.000 m2 de jardines, estatuas y fuentes, pista de squash, una bodega para más de 3.000 botellas, una piscina exterior y otra cubierta, sala de cine y night club privados o las dos pistas de baile.
Si alguien se ha preocupado de que el príncipe heredero gastase demasiado en su nueva casa, puede quedarse tranquilo. En 2015 compró un megayate por valor de 530 millones de euros y poco después se hizo especialmente famoso al comprar el cuadro de Leonardo da Vinci “Salvator Mundi” por 410 millones de euros. No satisfecho con eso, recientemente se convirtió en el flamante nuevo propietario del Newcastle United de la Premier League. Sólo nos falta preguntarnos si verá los partidos en su castillo o desde el megayate.
Fuente: The Sun
